El Obispo de Córdoba, presidió
el acto de apertura de la causa
REDACCION B.I.
El pasado 6 de mayo, martes, en la iglesia de las Obreras del
Corazón de Jesús, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, presidió el acto de
inicio del Proceso de Beatificación y Canonización de la Hermana Juanita
Méndez, Religiosa que perteneció a la Congregación de las Obreras del Corazón
de Jesús.
Juanita, tras
la muerte de su madre, y con 10 años, fue acogida en el colegio del Convento de
las Obreras de Villanueva de Córdoba, ya que sus padres trabajaban en la finca
de la fundadora de esta Congregación, M. María Jesús Herruzo. A los trece años,
tras contraer la enfermedad del Tifus, quedó postrada en una cama durante 40
años, desde donde llevó su vida religiosa haciendo de su enfermedad una entrega
por entero a su fe, ofreciendo su dolor por todas las necesidades del mundo, y
muy especialmente por las misiones, que era su vocación más ansiada y que nunca
pudo cumplir. Unos años después de quedar en cama pidió recibir los hábitos de
la Congregación y pasó a formar parte de ella, participando en todos los actos
comunitarios incluida la Santa Misa en la que participaba a diario desde su
cama y próxima al altar de la celebración.
La hermana
Juanita es para nosotros un ejemplo de felicidad y plenitud de vida en medio
del dolor y la enfermedad. Queremos transcribir aquí las palabras que escribió
tras hacer voto de víctima: “Bajo su consejo ( el de su director espiritual D.
Gaspar Bustos) y después de verlo despacio, hice voto de víctima un viernes día
del Corazón de Jesús, ofreciéndome al Señor para cuanto quisiera de mí. Y te
confieso que esto me ayudado no poco, a aceptar alegremente las disposiciones
del Señor sobre mi… Saber que era toda de Él, que estaba en sus manos, que
podía hacer conmigo cuanto quisiera… Destruirme o estrecharme en su corazón.
Sin derecho a quejarme, una víctima no se queja… no protesta… En algunas ocasiones
después de aceptar con lágrimas en los ojos, alguna situación durilla, casi he
“masticado” la presencia de Dios… Él me ha dado mucho más de paz… gozo… amor…
de lo que me ha pedido el sacrificio…¡Bendito y alabado sea! ¡Él no se deja
ganar en generosidad! A la hora de pedirme siempre ha medido, a la hora de
darme nunca ha llevado cuenta…” Con estas palabras de la
Hermana Juanita podemos estar seguros y convencidos de que es una santa, los
que la conocimos y la visitamos de vez en cuando podemos dar fe de ello,
algunos de los cuales serán llamados como testigos por el Postulador de la
Causa, para incorporar su testimonio al estudio para que la Iglesia la
reconozca como santa y sirva su vida como ejemplo para todo el mundo.
En este primer
acto, quedó constituido el Tribunal (Comisión Delegada) que llevará a
cabo el proceso, en el que fue nombrado como Postulador de la Causa, Miguel
Varona Villar, quien presentó la lista de testigos que serán interrogados sobre
la vida, virtudes y la fama de favores de la Hermana Juanita, a este Postulador
acompañarán, Rafael Rabasco Ferreira, delegado episcopal; Domingo Moreno
Ramírez, promotor de justicia, y la Hermana Obrera del Corazón de Jesús,
Antonia Alcaraz Pancorbo, como Notario de la causa. Tras su nombramiento
aceptaron esta responsabilidad y prestaron juramento de cumplir fielmente la
misión encomendada, tras el Obispo que igualmente procedió a hacerlo. Tras este
acto jurídico, la Superiora General de las Obreras, la hermana María Dolores
Bózquez Rodríguez, agradeció al Obispo el inicio de esta investigación y
resaltó la figura de la hermana Juanita que aceptó el dolor desde la cruz.
Concluyó el
Obispo, diciendo que, “si no hubiera certeza en el proceso de Santidad de la
Hermana, no lo habría iniciado, una certeza, dijo, que espera se convierta en
una realidad universal”, e invitó a todos a trabajar con dedicación en esta
causa y pidiendo a Dios que llegue a buen fin y que la hermana Juanita sirva de
ejemplo a todos los fieles.
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