EDITORIAL
Los
Pedroches, la mayor dehesa del mundo y cuna del "rey" Ibérico
JUAN VELASCO
Cualquier amante del jamón ibérico conoce la
Denominación de Origen del Valle de Los Pedroches de Córdoba. Lo que no todo el
mundo sabe es que, hasta convertirse en ibérico, uno de estos cerdos come el
equivalente a tres hectáreas de encinas en la mayor dehesa del mundo.
La dehesa de Los Pedroches, que obtuvo de los
árabes el nombre de "Valle de las bellotas", es un extenso manto de
encinas y alcornoques que cubre unas 300.000 hectáreas, lo que la convierte en
la más vasta de la península y, por tanto, del mundo.
Así lo advierten los libros de historia, y así lo
tienen asimilado con orgullo los habitantes del Valle de Los Pedroches, que
consideran este ecosistema como "una seña de identidad" propia en el
ámbito forestal, pero sobretodo como "un estilo de vida", según
explica a Efe el periodista Francisco Javier Domínguez.
Domínguez dice que la dehesa es uno de los
ejemplos más claros que hay de desarrollo sostenible, y no sólo desde el punto
de vista actual, puesto que en la comarca se lleva explotando la dehesa desde
la ocupación árabe y la edad media, y haciendo de ella su sustento.
Según indica, la dehesa es un sistema que
aglutina una componente productiva, una componente ambiental, y una componente
cultural y patrimonial, sin las cuales no se entiende esta gran masa arbórea.
"Mucha gente ha elaborado una cultura propia
de la dehesa, con elementos etnográficos propios como las paredes de piedra,
los cortijos, las cuadras y las zahúrdas", señala Domínguez.
Eso a nivel humano, porque a nivel animal, la
dehesa es un espacio en el que habitan especies tan emblemáticas como el águila
real, el águila imperial, el lince ibérico o la última población de lobo
ibérico del sur de España, y, como no, el "rey de la Dehesa", el
cerdo ibérico, ese que requiere tres campos de fútbol de encina para llegar a
los mejores paladares.
Tanto es así, que el Valle de Los Pedroches cría
a la mayor parte de producción de los cerdos ibéricos que hay en España, lo que
lo convierte en el mayor productor del mundo.
Y en esta labor, destaca la Cooperativa Ganadera
del Valle de los Pedroches (Covap), cuyo veterinario, Pedro José Moreno, afirma
que la dehesa da sustento a muchas familias, que además aportan un
aprovechamiento muy sostenible a este entorno.
"El que mejor cuida la dehesa es su
propietario, porque tiene claro que es un patrimonio que debe legar a sus
hijos, a sus nietos y sus bisnietos, y que nosotros estamos aquí de paso",
especifica Moreno, que aclara que en Los Pedroches "todo el mundo está
relacionado con la dehesa de forma directa e indirecta" y que todos lo
llevan con orgullo.
Por ello, la dehesa requiere un cuidado que hay
que transmitir de generación en generación, del mismo modo que las encinas
viejas dejan paso a las nuevas.
Para la salvaguarda de estos espacios, Córdoba
cuenta con una empresa pionera, Tratamientos y Servicios para la Dehesa (TSD),
cuyo propietario, el exmatador de toros José Luis Moreno, asegura que el
principal problema que afronta la dehesa es la llamada "seca", que
hace que se mueran miles de encinas y alcornoques.
Para ello, desde su empresa han confiado en la
investigación desarrollada por la Universidad de Córdoba y la han llevado al
terreno, lo que les permite tener un control y una gestión integral de todos
los patógenos que afectan a los árboles, y que combaten con novedosos productos
fitosanitarios.
"Nos caracterizamos por conservar el
patrimonio cultural y el monumental, y creo que con un patrimonio medioambiental
y social tan importante como la dehesa hay que estar ahí", concluye
Moreno.
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