lunes, 2 de marzo de 2015

EDITORIAL

EDITORIAL

De aquí a menos de un mes los andaluces vamos a afrontar los primeros comicios electorales, y decimos los primeros porque a estos seguirán dos más, en Mayo y a finales de año, elecciones locales y generales respectivamente.
Partimos de la base que son demasiadas citas electorales en un año, con el gasto que ello supone, y también la preocupación para los ciudadanos que durante tres ocasiones tendrán que soportar tres campañas electorales con todo lo que ello conlleva.
Promesas que muchas no se cumplen pero que pueden ser útiles para conseguir votos, pueden ser, repetimos, porque cada vez los votantes nos lo creemos menos, y tenemos más madurez democrática, pues visto lo visto no nos fiamos demasiado de lo que nos dicen. En una palabra, que como se suele decir, estamos aprendiendo de los errores, o más bien de los engaños.
De nuevo comenzarán los reproches, cuando no casi llegando a las ofensas, de unos a otros, como si en periodo electoral  todo estuviera permitido. Volverá el ya famoso “y tú más” que es triste, lamentable y muy peligroso para la democracia y el buen funcionamiento para la vida pública. También es un inconveniente serio para los ciudadanos a la hora de depositar su voto. ¿Qué hago?, se preguntan cada vez más ciudadanos cuando tienen que tomar una decisión cabal si quieren hacerlo con responsabilidad.
El problema de la corrupción se ha extendido de tal forma y en casi todas las formaciones políticas, que a lo mejor tendríamos que plantearnos el buscar y encontrar un partido que esté limpio de corruptelas, cosa no fácil, desde luego, pues muy pocos lo están, y si encontramos a alguno será en los de poca representación política, y en los que tienen mucha, pocos, por no decir ninguno, pueden “tirar la piedra”.
Decimos buscar a los que no se le conozcan casos de corrupción, porque esa condición, y visto lo visto, puede ser importante a tener en cuenta a la hora de darles nuestra confianza, pero siempre, claro está, con la seguridad de que si llegan al poder y a las altas esferas políticas seguirán manteniéndose limpios de corruptelas, extremo este no fácil, pues como dice una frase conocida: “no me des dineros, ponme más bien cerca de donde estén”.
Y ahora vayamos a las formaciones políticas que van a concurrir las próximas elecciones autonómicas andaluzas, y más concretamente nos referimos a ese nuevo partido que ha irrumpido en el mapa político, al parecer con fuerza y que si decimos verdad ha trastocado los posibles resultados electorales, y es muy probable que rompa la hasta ahora hegemonía del bipartidismo. Pensemos que esto fue lo que ocurrió en Venezuela cuando llegó al poder Hugo Chaves, donde existían dos grandes partidos.
Creemos que las dos grandes formaciones PP y PSOE se lo están “poniendo a huevo” con sus divisiones interiores y corruptelas a este partido nuevo, y ha aprovechado el momento de descontento de muchos ciudadanos para, embaucándolos, aglutinarlos a todos en sus filas y conseguir el voto. Tengamos en cuenta que este partido en las encuestas de intención de voto consigue muchas adhesiones.
No es nuestra intención sembrar miedo entre los votantes, ni menos influir en ellos para que se inclinen por uno u otro partido, pero si creemos que la irrupción de esta formación política puede dar lugar a que de las urnas salga un panorama político que dé lugar a una situación ingobernable.
Los dos grandes partidos, al menos hasta ahora, deben reflexionar una vez conocidos los resultados a la hora de formar gobierno, y si, fuera necesario,  juntar los codos apretándose hacia el centro, echar mano del consenso y acercar posturas y pensar en España, si no quieren que nos veamos reflejados en el espejo de Grecia o de Venezuela.
Ante este escenario político que se vislumbra, creemos que obligación de todos recordar que nunca nada bueno ha salido del odio, del rencor, de la codicia, de la venganza y de la envidia. Reflexionar también que el caudillismo, el populismo y el totalitarismo solo generan pobreza, violencia y sufrimiento, y que no podemos jugar con nuestro régimen democrático, que con tanto esfuerzo hemos construidos entre todos.
Las cosas van mejorando, lentamente desde luego, al fondo del túnel se ve una tenue luz, no dejemos que este esfuerzo de todos los españoles caiga por tierra y todo se vaya al garete. No decimos más, ahora nos queda decidir con responsabilidad.

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