4.000 personas presencian el ritual
de la transformación del cerdo en ricos manjares ibéricos
Villanueva de Córdoba se ha convertido de nuevo en
capital del cerdo ibérico gracias a su tradicional Fiesta de la
Matanza y de la Artesanía popular. Más de 30 empresas y expositores
y más de 4.000 personas se han reunido en torno a un ritual tan
arraigado en una localidad que vive por y para sus dehesas y sus producciones
de cerdo ibérico puro de bellota.
Ahí radica la importancia de la fiesta en Villanueva
de Córdoba, pues las costumbres matanceras de este pueblo de Los
Pedroches constituyen el referente provincial del buen hacer en la
transformación de las carnes del tesoro más preciado de los encinares. Los
actos de la Fiesta de la Matanza comenzaron con el tradicional despiece del
cerdo, realizado por dos matarifes de Villanueva.
El maestro de ceremonias de todo el proceso fue
el conocido industrial jamonero jarote Antonio Escribano, quien fue
detallando cómo se extraen las distintas partes de las canales del cerdo
ibérico. Mantas de tocino, espinazo, presas, secretos, lomos, jamones…
Así hasta completar un proceso pulcro y ordenado que se realiza ante la
admiración de vecinos y de personas llegadas de fuera para conocer la
tradición de la matanza.
Una vez extraído el espinazo se cocina la
chanfaina, un guiso que se cuece con los despojos óseos y de menor valor
del cochino y que a juicio de Escribano es «una exquisitez». La matancera de
honor, Isabel Gómez, con más de 80 años, tomó el mando en lo
referente a la escenificación del proceso de deshuesado, picado y aliñado de
las carnes, que luego fueron embuchados en sus tripas de chorizo, morcilla y
salchichón. Para Gómez, la matanza es más que una tradición: «Es la
forma que teníamos de vivir».
Otro de los protagonistas de la jornada fue el
industrial jamonero jarote Eusebio Chinarro, más conocido como «Tío
Eusebio», quien realizó el pregón de la fiesta ante una carpa
instalada para la ocasión que se iba llenando por momentos para degustar los
mejores productos del ibérico.
Una vez acabados los actos institucionales se entregó
los distintos reconocimientos a los matarifes y matanceras y el público vibró
con los sones de la música tradicional de Jara y Granito, con el baile
de jotillas jarotas de las alumnas de la Escuela Municipal de Baile y con
las actuaciones del grupo de teatro callejero El Espejo Negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario